Apropiación
del agua y
configuración hidrosocial
en los Altos de Jalisco (1935-2017)
Appropriation of Water and Hydrosocial Configuration in los
Altos de Jalisco (1935-2017)
Antonio
Rodríguez Sánchez
Instituto
de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México
Resumen:
En este artículo se examina el proceso de apropiación del agua en los Altos de
Jalisco por parte de actores como instituciones, terratenientes, campesinos,
agroindustriales, entre otros, quienes por más de 70 años han negociado e
impuesto formas de acaparamiento. Para
identificar a dichos actores se realizaron entrevistas y se consultaron
documentos de archivo. Así, se encontró que la apropiación del agua se concretó
a través de relaciones de poder, cuyo resultado fue la configuración de un espacio
hidrosocial caracterizado por el acceso al agua para
algunos municipios y, en cambio, la marginación paulatina de otros, como
Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe y Jalostotitlán.
De este modo, los resultados sugieren que los conflictos por el control del
agua en la región no son actuales ni espontáneos, sino parte de un proceso
histórico que involucra el manejo hídrico nacional y la permanencia de
privilegios en grupos hegemónicos regionales.
Palabras
clave: espacio hidrosocial;
actores sociales; relaciones de poder; apropiación; intensificación y expansión
del agua.
Abstract:
This article examines the process of water appropriation in los
Altos de Jalisco by actors such as institutions, landowners, peasants and agroindustrialists, among others, who for more than seventy
years, have negotiated and imposed forms of hoarding. In order to identify
these actors, interviews were conducted and archival
documents consulted. Thus, it was found that the
appropriation of water was implemented through power relations, which led to
the configuration of a hydrosocial space
characterized by access to water for some municipalities and the gradual
marginalization of others, such as Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe and Jalostotitlán.
The results therefore suggest that the conflicts over water control in the
region are neither current nor spontaneous, but part of a historical process
that involves national water management and the permanence of privileges in
regional hegemonic groups.
Key words:
hydrosocial space; social actors; power relations;
appropriation; water intensification and expansion.
Fecha
de recepción: 28 de marzo de 2017 Fecha
de aceptación: 10 de julio de 2017
Introducción
El
proceso de apropiación del agua en los Altos de Jalisco1
se ha estudiado desde diversas aristas como el suministro de agua a
Guadalajara, el proceso de abastecimiento a algún municipio perteneciente a la
región y los proyectos de transferencia de agua a otras ciudades dentro y fuera
del estado. Asimismo se ha puesto atención a los conflictos que se han
desencadenado ante dichas iniciativas.2
Sin
embargo, los estudios referidos no evidencian que a pesar de los diversos
cambios en la ubicación y objetivos de los proyectos que la política hídrica
nacional ha implementado a lo largo de 82 años en la región, los municipios
Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, Jalostotitlán
y San Miguel el Alto siempre han sido el corazón de los mismos, provocando el
desplazamiento progresivo de la mayoría de sus habitantes del acceso al agua
para uso productivo, y en la actualidad pretenden inundar sus territorios con
la finalidad de construir presas. Por tanto, en este artículo se aborda el tema
desde la configuración hidrosocial del espacio,
enfoque que permite identificar cómo interactúan los actores para lograr la
apropiación del agua y analizar las relaciones de poder establecidas entre
terratenientes y funcionarios públicos durante la política de irrigación
(1935-1950). También se abarcan el primer proceso de transferencia de agua a
Guadalajara entre las décadas de 1940 y 1950 y, por último, los proyectos de trasvase
del río Verde3
entre 1989 y 2017.
Concepto y elementos de la
configuración hidrosocial del espacio
El
término configuración hidrosocial del espacio surge
de la teoría de la producción del espacio (Lefebvre,
1993), cuyo método visualiza al espacio (formación social) y al tiempo
(procesos sociales) como totalidad, pues se estudian en forma conjunta y
necesariamente dialéctica debido a que están en continuo movimiento de acomodo,
transformación, construcción, destrucción y reconstrucción. En este sentido, se
puede comentar que al relacionarse, tanto la sociedad
como la naturaleza son parte de dicha totalidad, ya que producen y reproducen
espacio a través del tiempo.
Cabe
mencionar que algunos autores adscritos a la geografía crítica (Santos, 1986,
Smith, 2006) niegan que haya una separación entre lo social y lo natural y
argumentan que la correlación entre ambos aspectos se lleva a cabo con el
proceso social del trabajo como intermediario, es decir, la serie de acciones a
través de las cuales los seres humanos transforman la naturaleza y, a la vez,
se transforman ellos mismos. “Con la acumulación del capital y la expansión del
desarrollo económico, la naturaleza es cada vez más el resultado de la
producción social, cuyo mecanismo se efectúa a través de la apropiación de la
naturaleza en la búsqueda de materias primas, con la reproducción de la fuerza
de trabajo, la relación trabajo salario y la producción de mercancías” (Smith,
2006, p. 13).
Así,
cuando se habla de configuración hidrosocial es
necesario subrayar que si bien el agua es parte de la naturaleza y, por lo
tanto, está sujeta a una intrínseca relación con la sociedad, tiene un proceso
de apropiación particular a través del cual se integra socialmente y es en
dicho momento cuando se inicia la configuración hidrosocial
del espacio, pues se separa del resto de los elementos naturales a través de la
exploración (estudios y análisis) de su funcionamiento, para conocer su
cantidad y calidad y así saber cómo explotarla, trasladarla, administrarla y
legislarla; es decir, al trabajo extractivo lo antecede uno intelectual, y en
él participan actores sociales relacionados con la burocracia hidráulica, cuya
influencia en la toma de decisiones respecto a su usufructo y acceso serán
fundamentales (Toledo, 2002).
De
esta forma, la apropiación del agua genera una configuración hidrosocial del espacio, pues una vez separada de la
naturaleza todos sus usos son diversificados, o sea, los actores políticos y económicos
llevan a cabo un proceso de intensificación del agua multiplicando sus usos e
incrementando su exploración, explotación, traslado y transformación.
Intensificación que a su vez deriva en una expansión del líquido, la cual se
aprecia con las transferencias hídricas a diferentes escalas, tales como
municipales, regionales e interestatales, esto condicionado por los
requerimientos de las actividades económicas, cuyo objetivo es la obtención de
mayores ganancias.
La
intensificación de los usos del agua se puede observar a través de la
infraestructura, es decir, las presas, los acueductos y los sistemas de
irrigación, por mencionar algunos, con los cuales se busca diversificar su
aprovechamiento en sectores como el urbano, el industrial y el agrícola, entre
otros. Por su parte, la expansión del agua se advierte mediante las
“transferencias” o trasvases que se hacen de región a región a fin de intentar
mejorar el nivel de vida, así como las actividades económicas, políticas y
sociales de las regiones receptoras, si bien al mismo tiempo resultan
perjudicados los mismos rubros de las regiones emisoras, así como su equilibrio
ecológico, ya sea a corto, mediano o largo plazos (Harvey, 2001; Swyngedouw, 2009).
También
es importante mencionar que la intensificación y la expansión del agua son
influenciadas por actores sociales que establecen relaciones de poder, las
cuales tienen lugar cuando en la trasformación social y física del agua
intervienen discursos de legitimación y argumentos que se utilizan para avalar
estrategias dirigidas a la apropiación y control del líquido. En otras
palabras, dichas prerrogativas serán para aquellos actores o agentes con las
capacidades económicas y políticas para influir en la toma de decisiones
técnicas que permitan superar los obstáculos geográficos, así como establecer
arreglos políticos y legales. En este sentido, se puede afirmar que los
derechos comunes al agua pública son transformados económica, política y
socialmente en derechos de propiedad, cuyo acceso está determinado por
mecanismos de mercado, lo que provoca tensiones entre espacios, como el rural y
el urbano, o bien entre lo intrarrural y lo intraurbano (Lefebvre, 1971; Swyngedouw, 2009).
Con
base en lo anterior, el agua se integra a la sociedad a través de un proceso en
el que se construye una intrincada relación entre la forma de gobierno, la
administración y el poder. Correlación mediada por las necesidades políticas,
económicas y sociales de los diferentes contextos históricos, las cuales
determinarán la intensificación y expansión de los usos del líquido mediante el
valor, las formas de aprovechamiento, la contaminación y la cantidad
disponible.
En
síntesis, la configuración hidrosocial del espacio se
entiende como el proceso de apropiación, usufructo y transformación del agua
que lleva a cabo la sociedad en diferentes momentos históricos en los que deja
su respectiva estructura espacial. Dicho proceso está condicionado por
tendencias políticas, económicas y sociales; así, la integración social del
agua produce espacio.
Ahora
bien, a partir de los argumentos expuestos es posible identificar tres
elementos que definen la configuración hidrosocial
del espacio: la apropiación del agua, los actores sociales y las relaciones de
poder. Dichos elementos se retoman a fin de establecer las diferentes
modalidades de apropiación del agua, los actores sociales involucrados, las
relaciones de poder establecidas y la paulatina marginación del acceso al agua
de los municipios jaliscienses Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, Jalostotitlán y San Miguel el Alto entre 1935 y 2012.
La
apropiación del agua se ve como un proceso cuyo inicio –como ya se comentó– se
da cuando los grupos en el poder la fragmentan de la naturaleza utilizando
leyes, reglamentos, códigos, entre otros elementos jurídicos, para monopolizar
su uso, exploración, explotación, traslado, abastecimiento y modalidades de
gestión, así como la construcción de infraestructura.
Los
actores sociales son los agentes colectivos o individuales que intervienen en
el proceso de apropiación; se identificaron tres tipos:
a)
Apropiadores. Son aquellos que estudian, exploran, extraen, reglamentan y
distribuyen el agua, definiendo así sus formas de apropiación. Asimismo construyen infraestructura. Entre ellos se
encuentran las instituciones encargadas de llevar a cabo las actividades
mencionadas y la toma de decisiones respecto a la gestión.
b)
Usufructuarios. Son aquellos que se benefician con el reparto y acceso al agua,
por ejemplo: agricultores, agroindustriales e industriales.
c)
Desplazados. Son aquellos que resultan despojados o menos favorecidos durante
el proceso de apropiación y reparto del agua.
Finalmente,
las relaciones de poder se entienden como las estrategias y mecanismos
utilizados por los apropiadores y usufructuarios para conservar los privilegios
y acaparamiento del agua en detrimento de los desplazados.
La apropiación del agua para uso
agrícola: la política de irrigación
Para
el año de 1935 la región de los Altos de Jalisco tenía una estructura espacial
esencialmente agrícola y ganadera. Se sembraban productos como el maíz, el
frijol y el chile. En cuanto al sector ganadero, se criaba ganado bovino de
carne y leche, porcino y ovino. Las largas extensiones de tierra se podían
apreciar rotuladas por los arados y el ganado se encontraba pastando en las
tierras destinadas para ello.4
En
su mayoría, la infraestructura hidráulica estaba conformada por pozos
artesianos, diques y bordos que servían para contener el agua que se utilizaba
para las actividades productivas. La decisión política que alteró la
organización espacial y social descrita llegó el 28 de agosto de 1935, cuando
Lázaro Cárdenas, entonces presidente de la república, lanzó un importante
proyecto a través del cual se creaba el Departamento de Irrigación del Estado
de Jalisco, cuyo objetivo precisamente era fomentar la irrigación en la entidad.5
Este
departamento tenía como normas básicas invertir el máximo de dinero en trabajo
de campo y reducir los gastos de oficina hasta donde fuera posible. En cuanto a
las obras de infraestructura, se daría preferencia a las comunidades agrarias y
a los pequeños agricultores. De igual forma, se buscaría el abaratamiento de la
energía para bombeo y del equipo para la irrigación en general.
En
relación con los recursos económicos destinados para la construcción de estas
obras, además de los montos aportados por el Estado para la pequeña irrigación,
se recibirían otro tipo de subvenciones, como la cooperación de las comunidades
agrarias, de los ayuntamientos a través de las juntas municipales y las juntas
de obras públicas, las cuales tenían entre sus principales obligaciones hacer
posible las obras de pequeña irrigación en el estado de Jalisco.
Esta
decisión gubernamental trajo como consecuencia que en los diferentes municipios
jaliscienses se diera inicio a una serie de estudios de factibilidad para
determinar de qué forma y a partir de qué fuentes se podía utilizar y extraer
el agua, considerada, evidentemente, como un recurso estratégico para fomentar
el desarrollo agrícola.
En
este contexto, en la región de los Altos de Jalisco la mayoría de los
municipios, conscientes de lo que este proyecto hidráulico representaba,
buscaron sumarse a dicho impulso. Así, el 4 de marzo de 1939 se envió una
misiva al presidente Cárdenas desde Teocaltiche, con
la petición de que:
Se
instale una Escuela Regional Agrícola que prepare a los elementos, a fin de que
cuando sean concluidas las obras de irrigación proyectadas haya elementos
humanos suficientes para aprovechar la nueva riqueza. Que se funde una Escuela
Industrial para aprovechar en la industria la energía eléctrica que producirán
las mismas obras de irrigación. Creación de Cooperativas Avícolas y
Sericícolas que beneficiarán a los indígenas. Fundación de Escuelas Nocturnas.
Que el camino para construcción de la presa a la vía del ferrocarril no sea por
Encarnación de Díaz sino por Aguascalientes, debido a que se evita la
construcción de numerosos puentes.6
Habitantes
de otros municipios como Jalostotitlán, San Juan de
los Lagos, San Diego de Alejandría, entre otros, hicieron demandas similares.
En respuesta, el presidente solicitó a la Comisión Nacional de Irrigación que
se iniciaran estudios de factibilidad en la región. Copia de esta solicitud se
envió a cada uno de los presidentes municipales.
Los
principales objetivos del proyecto eran los siguientes:
1.
La formación en Teocaltiche, Jalisco, de un núcleo que
se denominará “El Distrito de Riego de los Altos de Jalisco”, integrado por un
“Gerente”, el cual tendrá bajo sus órdenes a los Ingenieros Delegados que
actuarán en cada lugar en que se emprendan estudios u obras. 2. El Gerente se
ocupará de la dirección general de las actividades de la Comisión Nacional de
Irrigación en el Distrito de Riego, así como en particular de la residencia en Teocaltiche. Los residentes-superintendentes se encargarán
de inspeccionar todo el lugar de la región de los Altos en donde existan obras
antiguas para el aprovechamiento de aguas. En aquellas obras que no requieran
estudios especiales, harán las investigaciones indispensables y se encargarán
de dirigir los trabajos de reconstrucción, terminación o mejoramiento que sean
necesarios para ponerlos en servicio, de acuerdo con las normas de la Comisión
Nacional de Irrigación. Igualmente se dedicarán a estudiar obras nuevas que
propongan los habitantes de la región, así como efectuar las exploraciones y
estudios iniciales de las obras que juzguen convenientes para el mejor y más
rápido desarrollo agrícola de la región de los Altos.7
Como
se puede apreciar, la primera etapa del proceso de apropiación del agua basado
en estudios de factibilidad y planeación de obras de infraestructura tendría
como actor principal al Departamento de Irrigación del Estado de Jalisco. Dado
que se buscaba aprovechar los cuerpos de agua de la región, se puede comentar
que se trataba de un proyecto que implicaba la apropiación del agua para el uso
agrícola interno.
El
resultado de dicho proyecto fue la construcción del Distrito de Riego de los
Altos de Jalisco (013), el cual –junto con el reparto de tierras producto de la
reforma agraria–8
evidenció que no se incluía de manera equitativa a todos los municipios de la
región. En el mapa 1 se hace patente que en la cobertura no estuvieron
comprendidos Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe y Jalostotitlán.
Como
se puede ver, el Distrito de Riego suministra agua a la mayor parte de la zona
noreste y a algunos otros municipios del estado de Jalisco. En la región norte
de los Altos abastece a Teocaltiche y Lagos de
Moreno. En la región sur a Yahualica y a San Miguel
el Alto.
Como
se verá a continuación, la no inclusión de Cañadas de Obregón, Valle de
Guadalupe, Jalostotitlán y parcialmente San Miguel el
Alto en el Distrito de Riego comenzó a gestarse con el reparto de tierras. Por
lo tanto, el papel de apropiadores desempeñado por el Departamento de
Irrigación del Estado de Jalisco y la Comisión Agraria Mixta fue fundamental.
Asimismo cabe mencionar que entre los usufructuarios más importantes estuvieron
la influyente familia González9
y José María Franco, quienes prácticamente eran dueños de los cuatro
municipios.
José
Guadalupe González de Anda poseía: “En el municipio de Jalostotitlán:
918-29-50 hs.,10
en el municipio Valle de Guadalupe 508-02- 05 hs., en
el municipio San Miguel el Alto 1613-86-97 hs. Que
hacen un total de: 3052-17-52 hs.”11
Por
su parte, María Trinidad González Tostado acumuló hectáreas sólo en dos
municipios, pero abarcaban una extensión importante: “La señorita María
Trinidad Tostado adquirió el 18 de abril de 1932, y registró el 31 de mayo del
mismo año, diversas compras en los municipios de Jalostotitlán
y San Miguel el Alto, las cuales en su conjunto hacen un total de 2488-18-76 hs. De las cuales 1098-15-55 hs.
están ubicadas en el municipio de Jalostotitlán y el
resto o sea 1360-03-23 hs. en el de San Miguel el
Alto.”12
Respecto
al municipio Villa de Obregón13
(Cañadas de Obregón actualmente), Canuto González contaba con la hacienda El
Zapotillo, ubicada al noroeste del municipio –cerca del río Verde–, su
superficie era de 938 hectáreas (casi todas de temporal).14
Además, poseía terrenos en el municipio colindante de Yahualica.
Por su parte, José María Franco era propietario de la hacienda Las Trojes,
ubicada en la zona oeste, y cuya extensión superficial era de 782 hectáreas de
agostadero (para el pastoreo de ganado).15
Por
su parte, los desplazados fueron los demandantes de tierra de los cuatro
municipios cuyas solicitudes fueron enviadas a la Comisión Agraria Mixta entre
1935 y 1937. Después de realizar estudios técnicos, dicha instancia envió al
gobierno del estado de Jalisco las resoluciones y este, a su vez, decidió
llevar a cabo, durante diferentes periodos, las dotaciones que se muestran en
el cuadro 1.
Como
se puede apreciar, los municipios Villa Obregón y Jalostotitlán
consiguieron la dotación de tierras en un periodo de tiempo relativamente
corto, pero no obtuvieron agua del Distrito de Riego porque a los ejidatarios
se les dotó de terrenos de temporal y agostadero, por lo tanto
sin acceso al agua. Por su parte, los ejidatarios de Valle de Guadalupe
tuvieron acceso a ambos, pero el agua no provenía del Distrito de Riego, sino
de las presas Chiquita, Cañada y Grande.16
Finalmente, San Miguel el Alto sí formaba parte del Distrito de Riego, pero sus
campesinos no fueron dotados de tierra17
y agua, esto permite señalar que el beneficio del riego fue para los pequeños
propietarios (antes terratenientes).18
Los
casos expuestos ponen al descubierto la realidad del reparto de tierras y agua:
el agua para riego no siempre benefició a los ejidatarios, a quienes
supuestamente se les daba prioridad. Una de las estrategias fue dotar a los
campesinos de tierras de temporal, pues al regarse estas tierras con el agua de
lluvia, los campesinos no podían reclamar derechos sobre el agua para riego.
Otra modalidad consistió en negar las solicitudes y prolongar los juicios
agrarios el mayor tiempo posible, para así debilitar o desaparecer a los grupos
solicitantes, declarar improcedentes sus solicitudes y, por ende, no otorgar
las dotaciones. Esto derivó en un paulatino desplazamiento de la producción
agrícola de los campesinos, quienes destinaron sus cosechas al autoconsumo,
alquilaron su fuerza de trabajo y migraron a otras ciudades del estado o
incluso fuera del país.
Respecto
a los pequeños propietarios, antes hacendados o terratenientes, ellos trataron
de conservar la mayor parte de hectáreas posible, pues les resultaba importante
mantener bajo su dominio las tierras de riego y agostadero con buenos pastos
para prosperar en la cría de ganado. Por tanto, establecieron relaciones de
poder con políticos, familiares y otros propietarios de tierras para conservar las
suyas a través de herencias en vida, litigios agrarios, operaciones de compra y
venta de terrenos, entre otras argucias.19
Las
evidencias encontradas permiten deducir que, en la parte que le corresponde a
los Altos de Jalisco, en su mayoría el Distrito de Riego fue aprovechado por
pequeños propietarios, y que fue la obra hidráulica más significativa en cuanto
a la utilización del agua para la agricultura en la región. También se puede
señalar que con su construcción se concretó la apropiación del agua en el
interior de la región, cuyos beneficios fueron para una minoría de productores
agrícolas, es decir, para aquellos cuyo poder económico y relaciones con
actores políticos les permitieron ajustarse a las necesidades y obligaciones
que el momento económico requirió; por ejemplo, la adaptación de la actividad
agrícola de temporal al riego y la combinación de la agricultura y la
ganadería, o del rubro agroindustrial, lo que derivó en la modificación de las
características del espacio hidrosocial.
Transferencia de agua a Guadalajara
(1940-1980): El Proyecto la Zurda y el inicio del proceso de apropiación
externa del agua
El
inicio de la década de 1940 implicó un nuevo modelo económico para México
conocido como sustitución de importaciones, cuyo objetivo era impulsar el
desarrollo industrial del país. En un principio (1940-1945) se trató de
conseguirlo a partir de las ganancias de la producción agrícola. Este aspecto
permite entender el dinamismo del reparto agrario y el apoyo que se otorgó a
los nacientes pequeños propietarios con el reparto de tierras y agua, pues se
creyó que la mayor parte de ellos contribuiría con una importante producción
agrícola y ganadera.
En
relación con el manejo y el control del agua, el gobierno mexicano planificó la
diversificación de los usos productivos y para este fin implementó otra
modalidad de apropiación: el trasvase de agua de una región a otra. Mediante
dicha instrumentación se buscaba asegurar la provisión del líquido, pues además
de abastecer al sector agrícola, se dotaría de agua a las ciudades, lo que
significaba apoyar el crecimiento industrial y, en consecuencia, el urbano.
Asimismo, con esta manera de proceder se concretó la separación administrativa
del reparto de agua y tierras. Para cumplir con esta tarea, en 1946 se creó la
Secretaría de Recursos Hidráulicos (srh),20
la cual sustituyó a la Comisión Nacional de Irrigación.
En
los Altos de Jalisco, como ya se vio, las fuentes de agua internas (ríos,
lagunas, ojos de agua, entre otras) ya habían sido utilizadas para la creación
del Distrito de Riego, el cual quedó bajo la administración de otra de las
instituciones recién creadas, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (sag).
La organización de esta variedad de instituciones derivó en la división de las
esferas administrativas del líquido y de la tierra, pues antes de la aparición
de la srh
y la sag,
la Comisión Nacional de Irrigación se encargaba de ambas. Por lo tanto, dicha
separación implicó la fragmentación del agua y del resto de los elementos de la
naturaleza y una interacción diferente entre los actores, ya que los
agricultores pasaron a regirse por las normas de la sag,
mientras que los solicitantes de agua tuvieron que remitirse a la srh,
con lo que la relación se hizo más compleja.
De
lo anterior se desprende que el agua de los Altos de Jalisco quedó bajo la competencia
de dos secretarías, la sag
y la srh,
además de la Comisión Federal de Electricidad (cfe).
También debe señalarse que tanto el gobierno federal como el estatal
visualizaron al río Verde como una de las opciones para generar energía
eléctrica21
y de paso abastecer de agua a la ciudad de Guadalajara, fue así que se diseñó
en 1944 el Proyecto La Zurda,22
el cual permitiría represar las aguas de dicho río.
El
inicio del Proyecto La Zurda incluyó al poblado Temacapulín,
perteneciente a Villa Obregón, el cual se utilizaría para construir la presa La
Zurda, pero al mismo tiempo San Nicolás de los Reyes, poblado de Jalostotitlán, resultaría afectado, ya que con el embalse
se inundaría.
Con
este proyecto se abrió un escenario en el que se pueden identificar actores
como los habitantes de Temacapulín, quienes eran
pequeños propietarios que se dedicaban a la agricultura de autoconsumo, la
avicultura, la cría de ganado porcino y lechero, así como a otros servicios,
por ejemplo, el transporte de pasajeros y la renta de habitaciones a viajeros.
Algunos
de estos pobladores participaron en los trabajos de la construcción de la presa
y, de acuerdo con entrevistas realizadas, ellos estaban enterados de que se
inundarían San Nicolás de los Reyes y San Gaspar, pero no Temacapulín.
“Yo sabía que era de 60 metros. Esa si no supe cuánto iba a inundar, lo que sí
es que iba a inundar más o menos, no sé cuántos kilómetros serían, más allá de
San Gaspar y San Nicolás, precisamente llegaba hasta San Nicolás.”23
Otros
actores fueron los institucionales, se trató de la cfe,
institución que solicitó al ingeniero Elías González Chávez iniciar los
trabajos de construcción de la presa La Zurda. Asimismo, la srh,
pues para esta trabajaba González Chávez.
Por
su parte, los actores empresariales se hicieron presentes a través de la
empresa Ingenieros Civiles Asociados (ica),
la cual fue contratada para ejecutar los trabajos relacionados con la
construcción de la presa. Las labores sobre el río Verde se iniciaron en 1956 y
se suspendieron en 1959; de acuerdo con el ingeniero José Luis Macías Godínez,24
sólo se diseñaron “el túnel de desvío para hacer la toma de la presa, el
vertedor y algunos tajos”.
De
acuerdo con Bogar Armando Escobar Hernández (2012, p. 159), las causas de la
suspensión de la primera presa del Proyecto La Zurda fueron de diversa índole:
natural, técnica, social y económica. La causa natural se relaciona con el lago
de Chapala,25
ya que en 1955 experimentó un descenso en su almacenamiento (953.9 mm³), por
esa razón se intentó explotar el proyecto de la cfe
para trasvasar el agua a Guadalajara. Sin embargo, al final de la década de
1950 el almacenamiento del lago se incrementó (6 439.0 mm³) y, en consecuencia,
la presa La Zurda se postergó.
La
siguiente causa es la técnica. En este sentido, el ingeniero Porfirio Ruvalcaba
Barajas señala “el hecho de que el lugar en el que se planteaba construirlo,
sobre el río Verde, no era viable geológicamente. Se trataba de terrenos
sedimentarios cuyos componentes se encuentran muy separados, lo que provoca
filtraciones, a diferencia de las rocas ígneas en las que existe un material
más compacto y por consiguiente existe menor riesgo de minación.”26
Además,
complementa: “De ahí que el ingeniero Alejandro Villaseñor Martínez, asesor del
Consejo de Cámaras Industriales, señalara que en la planeación del proyecto no
se tuvieron las bases técnicas para programarlo.”27
Respecto
a la cuestión social, la potencial inundación de los poblados Temacapulín, San Nicolás de los Reyes y San Gaspar fue otro
factor para que no se llevara a cabo el Proyecto La Zurda (Escobar, 2012, p.
160). Aunque, como ya se señaló, los habitantes de Temacapulín
no estaban enterados de la posibilidad de ser inundados y algunos de ellos
trabajaron en la fallida obra. Por lo tanto, en este periodo no hubo
movilizaciones de protesta ni resistencia.
en
el 56 entró la brecha de la carretera de los Altos, entró una brecha para la
construcción de la presa de la Zurda, y ya con la construcción de la presa de
la Zurda, mucha gente, pues los que no tenían tierra se dedicaban a trabajar en
la presa, de ayudantes del maquinista, otros de veladores, otros encargados de
las bombas que estaban sacando el agua, otros de barreteros, porque había
barreteros para dinamitar, hubo mucho trabajo, ese trabajo duró del 56 hasta
58, más o menos.28
En
cuanto a las cuestiones económicas, las hubo de dos tipos: una institucional y
otra empresarial. Respecto a la primera, las versiones de los ingenieros Pedro
Vázquez Guerra y Salvador Ochoa Montes permiten identificar que la caída del
objetivo principal del Proyecto La Zurda, la generación de energía eléctrica,
propició que dejara de ser útil para el gobierno mexicano.
La
Zurda la querían para llevar agua a Colimilla, eso
quería la cfe,
era absurdo porque quería llevar agua a la planta de Colimilla
para generar electricidad. Lo que había que hacer era hacer una planta más
pequeña porque con el descubrimiento de las aguas del río Grijalva, Chicoasén, Usumacinta y Malpaso, resolvieron el problema
del abasto eléctrico a nivel nacional. Por eso dijeron la Zurda es absurda, ya
no es conveniente. Con esos ríos se produjo 10 veces más electricidad.29
En
cuanto a cifras, se “iban a generar 20.5 m³/seg. siendo que en Chiapas ya se generaba mucho más
energía, era una presita muy chiquita que no iba a generar mucha energía y por
eso se propuso que el agua se mandara a Guadalajara”.30
Como se puede notar, dicho argumento revela también por qué el trasvase de agua
a Guadalajara fue un objetivo secundario en ese momento.
Finalmente,
en el aspecto empresarial hubo un choque de intereses entre los concursantes de
la licitación para construir la presa, ya que estaba de por medio la obtención
del contrato para tal fin. Por un lado estaba la
Cámara Mexicana de la Construcción y, por otro, el Grupo ica.
El contrato fue otorgado a ica,
por lo que desde ese momento la empresa contraria se convirtió en uno de sus
principales detractores.
En
los trabajos de construcción de la Zurda participó el Grupo de Ingenieros
Civiles Asociados, que era muy poderoso, a ellos les dieron la obra y no a la
Cámara Mexicana de la Construcción. Esa fue la principal causa de que ya no
avanzara bien el proyecto ya que terminó por provocar que se abortara el
proyecto porque a los de la cámara no les iba a tocar nada en el reparto del
pastel. Por eso decían los empresarios: La Zurda es absurda (Escobar, 2012, p.
160).
En
su conjunto, estos factores propiciaron que el Proyecto La Zurda se suspendiera
a fines de la década de 1950. No obstante, el río Verde se siguió considerando
como fuente de abastecimiento; sobre todo porque: “En 1958 la tasa de
crecimiento [de Guadalajara] se disparó y el agua no era ya suficiente para
satisfacer la demanda de la población, los servicios, el comercio y la
industria.”31
En
este sentido se puede señalar que los estudios y proyectos en la región de los
Altos de Jalisco han continuado desde la década de 196032
y hasta la actualidad. Así, en la década de 1970 surgió el Plan Lerma
Asistencia Técnica,33
el cual ofrecía abastecer 50% de la demanda de agua prevista para Guadalajara
para el año 2000. Con este proyecto se dejaba de lado la regulación de la
corriente del río Verde para la generación de energía eléctrica, pero continuó
el propósito de utilizarlo para abastecer de agua al entorno urbano de
Guadalajara, acorde con la política de que el abastecimiento de agua ya no
privilegiaría a la agricultura como base de la economía mexicana, y que había
que reorientarlo hacia el desarrollo industrial y la atención de la creciente
población urbana; para ambos rubros se comenzaban a utilizar los recursos presupuestales
que la srh
antes destinaba a la irrigación. En este contexto, la presa La Zurda fue
considerada el elemento fundamental del proyecto del río Verde, de forzosa
presencia en todas las alternativas posibles.
Sin
embargo, no se construyeron las obras requeridas debido a que se consideraron
lejanas e inviables por su longitud de 100 kilómetros. Al respecto, Sandoval
(1980) comenta: “Esto representaba una distancia enorme para la época, máxime
si se considera que la conducción era por gravedad y se requerían más de 50 km.
de túneles. Por ello hubo oposición por parte del gobierno federal a un
proyecto de tal envergadura y ‘en provincia’”. (p. 46)
Así
pues, el proyecto La Zurda no fue olvidado, por el contrario, se le dio
seguimiento y se constituyó en detonador de una serie de proyectos que
involucran al río Verde y a otros ríos importantes para la región de los Altos
de Jalisco; como se verá más adelante, en la actualidad esto no ha finalizado,
sólo que ahora el proyecto tiene el nombre de El Zapotillo.
Viraje en la política hidráulica
y proyectos en los Altos de
Jalisco (1989-2017)
Durante
la década de 1980 se experimentaron transformaciones en diversos ámbitos a
escala mundial; algunas de ellas implicaron el fin del papel de los Estados
como encargados de que la sociedad accediera a bienes y servicios básicos para
la vida. El manejo del agua no fue ajeno a esta serie de cambios
político-administrativos.
Así
comenzó un proceso de reestructura de las instituciones encargadas del manejo
del agua y de la política hidráulica nacional. En ese contexto, en 1989 se creó
la Comisión Nacional del Agua (cna)
a fin de contar con una autoridad federal única en el ramo, pero con un enfoque
distinto al de sus antecesoras la srh,
1946-1976, y al de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (sarh),
1976-1989. La cna
tenía la misión de planificar políticas públicas “acordes” a los requerimientos
de la sociedad mexicana.
En
1992 la cna
cambió su nombre por el de Comisión Nacional del Agua (Conagua),34
además se introdujo la nueva Ley de Aguas Nacionales (lan),
que entre sus principales postulados tenía garantizar el encuadre jurídico de
la propiedad privada del agua a través del involucramiento del sector privado
en su abastecimiento; al mismo tiempo la introduciría en los mecanismos de
mercado, es decir, la privatización y la comercialización primarían en el
manejo del líquido.
Estos
cambios en la política hidráulica nacional representaron un punto de quiebre
para los Altos de Jalisco. El objetivo siguió siendo la exportación del agua
del río Verde a la ciudad de Guadalajara, pero el entramado social y las
relaciones de poder establecidas a lo largo del tiempo sí se modificaron y con
ello los papeles desempeñados por los actores involucrados, al igual que las
formas de apropiación del líquido, tal y como lo demuestran cinco proyectos de
trasvase de agua que se llevaron a cabo en la región entre 1989 y 2017. Cabe
mencionar que si bien hubo otros, aquí sólo se hace
referencia a los que han constituido el eje central del proyecto regional y que
se han planeado en detrimento de los municipios que se vienen analizando: Valle
de Guadalupe, Jalostotitlán y Cañadas de Obregón
(para este contexto ya no se llamaba Villa Obregón). Los proyectos
identificados en ese sentido se muestran en el cuadro 2.
Como
se puede observar, cada uno de estos proyectos se realizó en diferentes etapas
y se planificaron diferentes obras de infraestructura, como presas y
acueductos. Además, los objetivos de abastecimiento fueron cambiando con el
paso del tiempo, por ejemplo del trasvase a
Guadalajara se pasó a incluir en el abastecimiento a municipios
industrializados y con potencial agrícola de los Altos de Jalisco, como San
Juan de Los Lagos, Lagos de Moreno y Teocaltiche, e
incluso a la ciudad de León, Guanajuato. Así pues, se puede decir que el grupo
de los usufructuarios se incrementó y diversificó.
Asimismo,
según el objetivo de cada proyecto, se hicieron modificaciones en cuanto a los
municipios que resultarían afectados; otros elementos han permanecido
constantes. En este sentido se puede mencionar el objetivo de trasladar el agua
a Guadalajara y que Cañadas de Obregón está presente en tres de los proyectos,
entre ellos el que está en marcha, es decir, El Zapotillo. Por lo tanto, es el
lugar donde históricamente se ha planificado construir una presa y donde se
encuentran los potenciales habitantes desplazados.
En
relación con los municipios que aquí se estudian, Valle de Guadalupe ya fue
impactado con la construcción de la presa El Salto (1993); en el caso de Jalostotitlán, esto se evitó con la suspensión de la
construcción de la presa San Nicolás en 2005. En Cañadas de Obregón, hasta este
año (2017) se continúa construyendo la cortina de la presa El Zapotillo, y está
pendiente el acueducto que llevará el agua a los municipios pertenecientes a
los Altos de Jalisco, Guadalajara y León (Guanajuato).
El Zapotillo: el regreso del proyecto
de transferencia del agua del río
Verde
Después
de que en 2005 el gobernador del estado de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña,
suspendió la construcción de la presa San Nicolás en Jalostotitlán,
dicho proyecto fue transferido al municipio Cañadas de Obregón con el nombre de
El Zapotillo. Esto significó su regreso a la entidad en que había nacido en
1956, cuando se le denominó La Zurda. El sitio elegido para el embalse fue
justamente el predio ejidal El Zapotillo.
Las
características35
y funciones de la obra serían prácticamente las mismas que las de San Nicolás,
es decir, trasladar el agua almacenada a León a través de un acueducto que
atravesaría los Altos de Jalisco. Asimismo, se buscaría suministrar agua a
algunos municipios de los Altos, como San Juan de Los Lagos, Lagos de Moreno y
Encarnación de Díaz, por mencionar algunos (véase mapa 2).
Cuando
se dio a conocer el Proyecto El Zapotillo, se mencionó que la cortina de la
presa tendría una altura de 80 metros, de esta forma inundaría únicamente al
rancho Palmarejo –ubicado en Cañadas de Obregón– y al
pequeño pueblo de Acasico –asentado en Mexticacán– con los cuales supuestamente se podría
negociar. Además, se decidió que el pueblo de Temacapulín,
enclavado en Cañadas de Obregón y colindante con el sitio donde se construye la
presa, sería protegido por diques de concreto, es decir, no resultaría
perjudicado por el embalse.36
Sin
embargo, en 2007, Emilio González Márquez –de filiación panista y entonces
gobernador del estado de Jalisco– declaró que el tamaño de la cortina
aumentaría y pasaría de 80 a 105 metros; en consecuencia el embalse de la presa
sería de mayor extensión y Temacapulín sería inundado.37
Así se inician los momentos de tensión.
En
el cuadro 3 se puede apreciar quiénes son los actores involucrados en el
Proyecto El Zapotillo.
Así,
aparecen actores políticos como Felipe Calderón Hinojosa, José Luis Luege Tamargo, Emilio González
Márquez y César Coll Carabias,
cuya función es la de apropiadores del agua. El mismo papel lo desempeña Raúl
Antonio Iglesias Benítez, de quien se desconoce si tiene vínculos partidistas,
pero según el tiempo que duró en sus funciones (diez años), se puede ver que
ejerció un gran poder en la región respecto al manejo y control del agua.
En
cuanto a los empresarios, Grupo ica
participó en el concurso de licitación, pero este fue ganado por Jorge Hank Rhon. Las otras empresas son transnacionales de capital
español conocidas por los trabajos relacionados con la gestión del agua (entre
otros servicios de corte ambiental) en América Latina. Dichas empresas tienen
una doble función: la de apropiadores y la de usufructuarios; pues aparte de
construir las obras de infraestructura se encargarán de la gestión del agua
–los detalles se verán más adelante.
Por
último, en el papel de los afectados se encuentran los habitantes de Temacapulín, quienes en la actualidad se mantienen en
resistencia. Para ello han contado con el apoyo de organizaciones como el
Comité de Hijos Ausentes de Temacapulín,38
el Colectivo de Organizaciones Ciudadanas por el Agua (Coloca)39
y Colectivo coa,40
por mencionar algunas. Los pobladores de Palmarejo
(rancho abandonado) y Acasico negociaron sus tierras
y abandonaron el movimiento.41
Respecto
a las obras, en el cuadro se puede apreciar que se está trabajando en la
construcción de la cortina de la presa y en el centro de reubicación para los
desplazados; por lo tanto, en comparación con los proyectos de Arcediano y San
Nicolás,42
El Zapotillo tiene más avances.
A
lo largo de estos diez años (2007-2017) los actores señalados han variado y
otros se han mantenido, de modo que los trabajos, las negociaciones y las
relaciones de poder en torno al Proyecto El Zapotillo han pasado por diferentes
arenas de disputa.
Entre
ellas, la formación del Comité Salvemos Temacapulín
sirvió a los habitantes para articularse con otras organizaciones con problemas
similares, difundir su problemática dentro y fuera del país, establecer
diálogos con las diferentes instancias gubernamentales, así como la defensa
jurídica y política de los derechos colectivos en contra de la construcción de
la presa.
Por
su parte, las instituciones gubernamentales encargadas del proyecto han
respondido con hostigamiento, amenazas, negociaciones clandestinas con algunos
de los habitantes de Temacapulín para incitarlos a
que vendan sus terrenos, violación de medidas cautelares emitidas por la
Comisión Estatal de Derechos Humanos del estado de Jalisco, entre las cuales se
menciona que detengan los trabajos de la obra hasta consultar a los habitantes
de las comunidades afectadas. Asimismo, en el año 2009 se abrió el concurso de
licitación, así aparecen en escena las empresas Peninsular y Grupo Hermes y la
española Fomento de Construcciones y Contratos S. A. (fcc).43
Por su parte, Abengoa será la encargada de construir
el acueducto que lleve el agua a la ciudad de León, Guanajuato, y municipios de
los Altos.
Estas
arenas de disputa no han impedido que la construcción de la cortina de la presa
se detenga; para el 20 de enero de 201344
registraba un avance de 54.6 por ciento.
En
ese mismo año se dio el regreso del pri
al poder en Jalisco con Aristóteles Sandoval (2013-2018), lo que abrió un nuevo
camino en las negociaciones. Así, el actual gobernador de Jalisco propuso
reducir la cortina de 105 a 80 metros, tal y como se había planteado en el
proyecto original. Aunque posteriormente señaló que la decisión final
dependería de la Conagua.45
Además,
el gobierno de Jalisco ofreció a la Conagua
la alternativa de construir tres presas más, las cuales serían intermedias a la
presa El Purgatorio, a cambio de reducir la cortina de El Zapotillo.46
Con ello se evitaría la inundación de Temacapulín.
Dichas negociaciones están por definirse y tal vez pronto se tenga una
resolución.
A
pesar del resguardo de Temacapulín y de esta nueva
etapa de negociaciones, parece que la historia se repite, pues con la reducción
de la cortina de El Zapotillo se tendrán que construir tres presas más, aparte
de El Purgatorio, lo que implicaría que otras poblaciones estarían en peligro
de ser desplazadas. Así pues, el proceso de apropiación del agua basado en el
diseño de proyectos hidráulicos en los Altos de Jalisco no se ha detenido.
Otro
factor a considerar es que el gobierno federal está preparando las condiciones
jurídicas para que la protesta social ya no sea un elemento que interrumpa el
proceso de apropiación del agua a través de los trasvases u otros medios
encabezados por las instituciones que lo representan y empresas privadas. De
este hecho queda constancia con las reformas propuestas a la Ley General de
Aguas,47
las cuales se dieron a conocer en abril de 2015 y que hasta lo que va del 2017
no han sido aceptadas. En relación con las protestas sociales, en las reformas
a la citada ley se propone que: “Para hacer cumplir sus determinaciones, las
autoridades federales, estatales, del Distrito Federal o municipales, podrán
solicitar el auxilio de la fuerza pública.”48
Como
se puede ver, en la nueva reglamentación se criminaliza la protesta social, por
lo tanto, acciones como las de los actores opositores referidos en este trabajo
no serán permitidas. En el mismo sentido, entre sus puntos referentes al tema
de trasvases, la citada ley tiene la facultad de convertir en concesionaria a
la empresa encargada de construir una obra hidráulica cuya finalidad sea el
trasvase de agua. Así, en su texto se asienta que: “Los trasvases son
considerados de utilidad pública, los trasvases ‘directos’ serán concesionados
a privados; los trasvases ‘indirectos’ serán manejados por la Federación con
inversión pública o privada en beneficio de los ‘concesionarios’”.49
Y en otra parte se especifica que: “La compra-venta de concesiones de trasvase
sólo requiere notificar a la Conagua.”50
Como
se puede apreciar, los artículos 80 y 98 de la propuesta de la Ley General de
Aguas no hacen más que legalizar los mecanismos utilizados por las
instituciones federales y estatales encargadas del manejo del agua y las
empresas concesionarias durante el proceso de apropiación del líquido; es
decir, la nueva ley protege el intercambio de funciones entre apropiadores y
usufructuarios, relación de la que se benefician las empresas ya que se pueden
apropiar el agua y, al mismo tiempo, usufructuarla a través de la figura de
“concesionarios”.
Asimismo,
estos artículos permiten identificar las ventajas de que gozarán La Peninsular
y Grupo Hermes –ambas propiedades de Jorge Hank Rhon–,
así como las empresas españolas fcc
y Abengoa, todas ellas encargadas del Proyecto El
Zapotillo. De hecho, la nueva ley protege las inversiones realizadas por las
empresas usufructuarias o “concesionarias”; esto se puede ver en artículos como
el 34, el cual hace alusión al fortalecimiento de los prestadores del servicio,
es decir, a brindar garantías para sus ganancias.
Sobre
el mismo tema cabe mencionar el artículo 110, el cual ofrece contratos de
inversión recuperable y contratos para ampliar la prestación de servicios.
Igualmente, el 229, que otorga fondos para riesgos y la garantía de que si se suspende algún contrato, la empresa internacional
podrá demandar al gobierno mexicano ante los tribunales internacionales
alegando su derecho a las “utilidades esperadas”; de ahí la importancia de los
socios españoles de Jorge Hank Rhon, pues por su
carácter de empresario mexicano él no podría demandar.
Así
pues, los argumentos anteriores permiten sugerir que las reformas propuestas a
la todavía no aceptada Ley General de Aguas constituyen una amenaza para las
actuales negociaciones entre los habitantes de Temacapulín,
el gobierno del estado de Jalisco y la Conagua.
Aunque también liberan el camino al proceso de apropiación del agua que se ha
venido gestando en los Altos de Jalisco, ya que como se pudo ver los artículos
están diseñados para terminar con todo tipo de oposición social, negociaciones
y cabildeos.
Finalmente,
en su conjunto, lo expuesto representa un desafío actual y futuro para los
habitantes de Temacapulín, de la región de los Altos
de Jalisco y aun de todos los mexicanos, pues la apropiación del agua por parte
de unos cuantos en detrimento de la mayoría constituye un riesgo para la vida
misma.
Reflexiones finales
La
configuración hidrosocial del espacio resulta del
proceso de apropiación del agua que realiza un sector de la sociedad en
detrimento de otro. Dicho proceso se inicia con la administración independiente
del agua a través de la cual se separa de la naturaleza; posteriormente, se
expande mediante transferencias y se intensifica con la construcción de
infraestructura.
Durante
este proceso, el agua es incorporada socialmente por medio de relaciones tales
como las de trabajo, de poder, productivas o culturales, por citar algunas.
Estas proporcionan variables de análisis cuya complejidad se entiende mejor al
explorar sus transformaciones históricas. Tal como se ha mostrado en este
trabajo, entre 1935 y 2017 se ha vivido un largo proceso de apropiación del
agua en los Altos de Jalisco, el cual es motivado por diferentes objetivos
políticos y económicos.
Durante
estos 82 años, los actores participantes han construido diferentes escenarios
de disputa. En 1935 la implementación de la reforma agraria y la política de
irrigación favorecieron la apropiación de las fuentes de agua de los Altos de
Jalisco a través de la construcción del Distrito de Riego 013. Con ello se
evidenció que la política de irrigación se dirigía sólo a un sector de
agricultores cuya solvencia les permitía adaptarse a las necesidades económicas
del momento, mientras que a los campesinos carentes de tierra se les dieron
terrenos de temporal, sin derecho a agua de riego, lo que gradualmente los
obligó a practicar la agricultura de subsistencia y a emigrar a otras ciudades
dentro y fuera del país.
La
mayor parte de estos campesinos fueron habitantes de los municipios Cañadas de
Obregón, Jalostotitlán, Valle de Guadalupe y San
Miguel el Alto, es decir, el área central de los Altos de Jalisco, cerca del
río Verde. La ubicación de estos municipios ha hecho que históricamente sus
territorios sean considerados sitios estratégicos para la construcción de
infraestructura hidráulica, como presas y acueductos. Por lo tanto, sus
pobladores sin recursos económicos han visto cómo las desigualdades se han ido
incrementando; primero, las desavenencias se hicieron patentes con el reparto
de tierras y el acceso al agua de riego y, posteriormente, durante diferentes
etapas, sus territorios han sido codiciados para construir infraestructura
hidráulica, lo que los ha convertido en potenciales desplazados de sus lugares
de origen.
Aquí
se han expuesto algunos aspectos del análisis de la configuración hidrosocial del espacio, mismos que permiten discernir que
el proceso de apropiación del agua llevado a cabo por instituciones
gubernamentales y actores económicos se basa en estrategias antidemocráticas,
en tanto que excluye a la mayoría de los ciudadanos al considerar la
exploración, explotación y usufructo del agua exclusivos de la burocracia
hídrica y de los empresarios; pese a ser los posibles agraviados, quienes
constituyen la mayoría no son involucrados en la toma de decisiones, y sus
conocimientos locales sobre el manejo y dinámica de las fuentes de agua son
soslayados.
Asimismo,
se muestra la forma en que la dinámica capitalista actualmente agiliza y
expande el proceso de apropiación mediante el otorgamiento de derechos de
propiedad del agua; esto trae como consecuencia la paulatina eliminación del
derecho social al agua pues esta se convierte en un bien privado. Por ejemplo,
la incursión de empresas españolas en el actual Proyecto El Zapotillo demuestra
la expansión de la apropiación del agua, es decir, que se trata de un proceso a
escala planetaria. En este sentido, el análisis de la configuración hidrosocial del espacio cobra relevancia al tratarse de un
concepto global que va más allá del territorio, paisaje o cuenca.
De
este modo, la suspensión y el retraso en la ejecución de algunos proyectos en
la región de los Altos de Jalisco –por ejemplo, la suspensión de la
construcción de las presas San Nicolás en Jalostotitlán
y el retraso de El Zapotillo en Cañadas de Obregón– abre un panorama optimista.
Esto sobre todo en el caso de El Zapotillo, el cual se ha vinculado con luchas
internacionales, lo que permite argumentar que la vinculación entre movimientos
de resistencia globales con problemas comunes es una magnífica opción para
enfrentar y revertir el proceso de apropiación del agua.
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http://noalapresaelzapotillo.wordpress.com/cronologia
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[Consulta: 14 de mayo de 2015.]
1 La
región se ubica al noreste del estado de Jalisco, debido a la amplitud se
dividió administrativamente en dos. La región Altos Norte, y en la que se
centra este artículo región Altos Sur; esta comprende los siguientes
municipios: Acatic, Arandas, Cañadas de Obregón, Jalostotitlán, Jesús María, Mexticacán,
San Ignacio Cerro Gordo, San julián, San Miguel el
Alto, Tepatitlán de Morelos, Valle de Guadalupe, Yahualica
de Gonzaléz Gallo (Ramírez, 2013).
2 Algunos
ejemplos de estos trabajos son Casillas (2002); Durán y Torres (2006); Escobar
(2012).
3 Es
la corriente de mayor caudal en los Altos de Jalisco, ya que cerca del poblado
de Temacapulín (Cañadas de Obregón) se juntan los
cauces de diferentes corrientes; además, atraviesa toda la parte oeste de la
región hasta encontrarse con el río Santiago, cerca de Guadalajara. Por el
norte, el agua baja desde la sierra “de los negros” entre Yahualica
y Nochistlán y desde el sur en la falda septentrional
del Cerro Gordo. Durante cuatro meses del año, entre junio y septiembre,
grandes cantidades de agua se recolectan en el río Verde, cuyo cauce corre en
las profundidades de una barranca, que llega a tener más de 300 metros de
profundidad en la confluencia con el río Santiago, a pocos kilómetros de
distancia de la zona metropolitana de Guadalajara (Casillas y González, 2009,
p. 4).
4 Apuntes
históricos del estado de Jalisco. 2002. Archivo Histórico de Jalisco (en
adelante ahj),
México.
5 Presidente
Cárdenas. Creación del Departamento de Irrigación de Jalisco. 28 de agosto de 1935.
Expediente 508/28. Archivo General de la Nación (en adelante agn),
México.
6 Presidente
Cárdenas. Construcción de escuelas y centros de capacitación. 4 de marzo de
1939. Caja 0591, exp. 508.1/315. agn,
México.
7 Presidente
Cárdenas. Estudios de factibilidad en la región. 4 de marzo de 1939. Caja 0591,
exp. 508.1/315. agn,
México.
8 La
reforma agraria mexicana ha sido un proceso complejo y prolongado. La reforma
tuvo su origen en una revolución popular de gran envergadura, y se desarrolló
durante una guerra civil. El Plan de Ayala, propuesto por Emiliano Zapata y
adoptado en 1911, exigía la devolución a los pueblos de las tierras que habían
sido concentradas en las haciendas. En 1912 algunos jefes militares
revolucionarios hicieron los primeros repartos de tierras. En 1915 las tres
fuerzas revolucionarias más importantes, el constitucionalismo, el villismo y el zapatismo, promulgaron las leyes agrarias. La
atención al pedido generalizado de tierras se convirtió en condición de la
pacificación y del restablecimiento de un gobierno nacional hegemónico: la
Constitución de 1917 incluyó el reparto de tierras en su artículo 27. Desde
entonces, y con sucesivas adecuaciones hasta 1992, el reparto de tierras fue
mandato constitucional y política del Estado mexicano (Warman,
2003).
9 Al
respecto, Chevalier (1999) comenta: “Por este extenso
territorio se fueron asentando los colonos españoles que iban llegando a la
región. Los primeros de ellos, es decir las familias González, adquirieron por
donación real las mejores tierras, fundando con ellas las primeras haciendas
que corriendo el tiempo habían de ser las más prósperas” (p. 195).
10 Se
refiere a la cantidad de hectáreas que cada uno de los terratenientes poseía.
Debido a que se cita del documento original se respetó la enumeración que los
ingenieros de la Comisión Agraria realizaron en aquella época, ellos usaron
guiones en lugar de comas para separar números y cantidades.
11 Jalostotitlán.
Dotación de ejidos. 30 de diciembre de 1936. Exp.
1235. ahj,
México.
12 Jalostotitlán.
Dotación de ejidos. 30 de diciembre de 1936. Exp.
1235. ahj,
México.
13 El
municipio Villa Obregón cambió su nombre a Cañadas de Obregón el año de 1979,
como se puede ver en el decreto núm. 10194 del 24 de diciembre de 1979. Por esa
razón las fuentes de archivo citadas antes de ese año llevan el nombre de Villa
Obregón.
14 Las
tierras de temporal son aquellas que no cuentan con agua de riego, por lo tanto
sólo se riegan en época de lluvia.
15 Villa
Obregón. Dotación de tierras. 29 de noviembre de 1935. Exp.
973. ahj,
México.
16 Valle
de Guadalupe. Dotación de ejidos. 10 de febrero de 1937. Exp.
100-B. ahj,
México.
17 San
Miguel el Alto. Juicio agrario. 9 de julio de 1980. Exp.
1059/93. ahj,
México.
18 San
Miguel el Alto. Dotación de aguas. 22 de diciembre de 1992. Exp.
99-B. ahj,
México.
19 Jalostotitlán.
Dotación de ejidos. 30 de diciembre de 1936. Exp.
1235. ahj,
México.
20 Esta
nueva institución se encargaría del almacenamiento y transporte del agua a las
crecientes ciudades, cuyo número de habitantes se iba incrementando; otra tarea
consistió en satisfacer la demanda de agua de las industrias, las cuales se
encontraban en pleno ascenso. La srh
también sustituyó a la Secretaría de Agricultura y Fomento, organismo que hasta
entonces era el encargado de regular los aprovechamientos hidráulicos de
carácter federal. También –como ya se comentó– se encargaría de las labores que
desempeñaba la Comisión Nacional de Irrigación, organismo orientado a construir
la infraestructura necesaria para regar tierras de cultivo.
A cargo
de la naciente srh,
también quedaba la responsabilidad de potabilizar el agua, actividad que antes
correspondía al Departamento de Salubridad, así como el control de
inundaciones, antes competencia de la Secretaría de Comunicaciones y Obras
Públicas.
Es
evidente que la srh
absorbía casi en su totalidad el manejo del agua en el país, con excepción del
sector hidroeléctrico, el cual siguió a cargo de la Secretaría de Economía
Nacional y de la operación de los distritos de riego, que se le atribuyó a la
también naciente sag
(Aboites, 1997, p. 180).
21 Hernández
y Casillas (2008) mencionan: “El proyecto original contemplaba la generación de
energía a través de la conducción del agua desde La Zurda hasta la central de Colimilla sobre el Santiago, en cuya ribera se instalaría
una planta hidroeléctrica con caída de 350 metros” (pp. 29-30).
22 El
Proyecto La Zurda aprovecharía las aguas de los ríos Valle de Guadalupe,
Tepatitlán y Calderón en la enorme vértebra del sistema hidrológico alteño
formado en las barrancas del río Verde. Para lograrlo proyectaban la
construcción de cuatro presas en distintos sitios cuya capacidad de
almacenamiento en las mismísimas tierras áridas, sería de 1 155 millones de
metros cúbicos de agua. Los estudios para construir sistemas de captación
incluían un acueducto hasta Guadalajara, y en el trayecto el agua sería usada
para la generación de energía eléctrica que luego serviría en las plantas de
bombeo, el manejo de compuertas y los sistemas de seguridad de los diques
(Casillas, Hernández y González, 2010, pp. 50-51).
23 Íñiguez,
A. (12 de marzo de 2012). Entrevista al señor Alfonso Íñiguez/Entrevistador:
Antonio Rodríguez Sánchez. Temacapulín, Cañadas de
Obregón, Jalisco, México.
24 Macías,
J. (15 de mayo de 2006). Entrevista al ingeniero José Luis Macias
Godínez/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 158.
25 Durante
la década de 1940 y la segunda mitad de la siguiente, la ciudad de Guadalajara
fue abastecida con el agua subterránea de Tesistán y
posteriormente con la del lago de Chapala (Casillas, Hernández y González,
2010, p. 50).
26 Ruvalcaba,
P. (18 de marzo de 2006). Entrevista al ingeniero Porfirio Ruvalcaba
Barajas/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 160.
27 Ruvalcaba,
P. (18 de marzo de 2006). Entrevista al ingeniero Porfirio Ruvalcaba
Barajas/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 160.
28 Íñiguez,
A. (12 de marzo de 2012). Entrevista al señor Alfonso Íñiguez/Entrevistador:
Antonio Rodríguez Sánchez, Temacapulín, Cañadas de
Obregón, Jalisco, México.
29 Vázquez,
P. (16 de junio del 2006). Entrevista al ingeniero Pedro Vázquez
Guerra/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 160.
30 Ochoa,
S. (21 de marzo de 2006). Entrevista al ingeniero Salvador Ochoa Montes de
Oca/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 160.
31 Macias,
J. (15 de mayo de 2006). Entrevista al ingeniero José Luis Macias
Godínez/Entrevistador: Bogar Armando Escobar Hernández, 2012, p. 158.
32 Respecto
a este tema, entre otros autores, véanse Casillas (2002); Durán y Torres
(2006); Escobar (2012); Sandoval (1980).
33 Esto
como “resultado de las negociaciones del gobierno ante el bid,
para buscar el mejoramiento integral de las gentes que vivían dentro de la
cuenca Lerma-Santiago y las regiones adyacentes” (Rangel, 2005, p. 344. Citado
en Durán y Torres, 2006, p. 357).
34 Las
principales funciones de esta institución son: 1) la descentralización de la
administración, 2) fomentar una mayor confianza en la valoración y por lo tanto
una recuperación del costo total, 3) más participación por parte de los
usuarios y 4) tratar el agua como un bien económico. Este marco parte
principalmente de una práctica bien establecida de préstamos para soluciones
tecnocráticas y control de las agencias públicas, significando un cambio
legislativo que lleva a la administración del agua del sector público al sector
privado y la redefine pasando de ser un bien público a ser una mercancía.
35 La
descripción oficial del proyecto se puede consultar en
http://agua.guanajuato.gob.mx/
36 http://noalapresaelzapotillo.wordpress.com/cronologia/
37 Íñiguez,
A. (12 de marzo de 2012). Entrevista al señor Alfonso Íñiguez/Entrevistador:
Antonio Rodríguez Sánchez. Temacapulín, Cañadas de
Obregón, Jalisco, México.
38 I.
de Loza, “Lucha contra El Zapotillo recibe ayuda internacional”, El
Informador, 6 de junio de 2011. Recuperado
de
http://www.informador.com.mx/jalisco/2011/297900/1/lucha-contra-el-zapotillo-recibe-apoyo-internacional.htm
39 E.
Águila, “Rechazan organizaciones presas de Arcediano y El Zapotillo”, El
Informador, 11 de septiembre de 2008.
Recuperado de
http://www.informador.com.mx/jalisco/2008/37707/1/rechazan-organizaciones-presas-de-arcediano-y-el-zapotillo.htm
40 Redacción,
“Afectados por presa El Zapotillo pretenden defensa internacional”, El
Informador, 30 de enero de 2009.
Recuperado de
http://www.informador.com.mx/jalisco/2009/74414/1/afectados-por-presa-el-zapotillo-pretenden-defensa-internacional.htm
41 A
partir de este momento, el comité de defensa pasó a llamarse “Salvemos Temacapulín” en vez de “Salvemos Temacapulín,
Palmarejo y Acasico”.
42 Véase
cuadro 2. Estos proyectos son parte de los cinco que se realizaron entre 1989 y
2017.
43 Redacción,
“Ya hay constructor para El Zapotillo”, El
Informador, 15 de septiembre de 2009.
Recuperado de
www.informador.com.mx/jalisco/2009/137657/1/ya-hay-constructor-para-el-zapotillo.htm
44 I.
de Loza, “Temacapulín no se inunda: Aristóteles”, El Informador,
29 de enero de 2013. Recuperado de
http://www.informador.com.mx/jalisco/2013/433573/6/temacapulin-
no-se-inunda-aristoteles.htm
45 Redacción,
“El Zapotillo, en manos de Conagua”, El
Informador, 8 de febrero de 2013.
Recuperado de
http://www.informador.com.mx/jalisco/2013/435776/6/el-zapotillo-en-manos-de-conagua.htm
46 Redacción,
“El Purgatorio puede dar entre dos y tres mil litros de agua a la ciudad”, El
Informador, 26 de marzo de 2013.
Recuperado de
www.informador.com.mx/jalisco/2013/446941/1/el-purgatorio-puede-dar-entre-dos-y-tres-mil-litros-de-agua-a-la-ciudad.htm
47 El
contenido de los artículos que se mencionaron se puede ver en E. Burns (15 de
abril de 2015). Análisis de la iniciativa Conagua de la
Ley General de Aguas. Agua para todos, Agua para la vida.
Recuperado de http://aguaparatodos.org.mx/la-iniciativa-ciudadana-de-ley-general-de-aguas/
48 Artículo
24. Citado en E. Burns (15 de abril de 2015). Análisis
de la iniciativa Conagua de la
Ley General de Aguas. Agua para
todos, Agua para la vida.
Recuperado de
http://aguaparatodos.org.mx/la-iniciativa-ciudadana-de-ley-general-de-aguas/
49 Artículo
98. Citado en E. Burns (15 de abril de 2015). Análisis
de
la iniciativa Conagua de la
Ley General de Aguas. Agua para todos, Agua para la vida.
Recuperado de
http://aguaparatodos.org.mx/la-iniciativa-ciudadana-de-ley-general-de-aguas/
50 Artículo
80. Citado en E. Burns (15 de abril de 2015). Análisis
de la iniciativa Conagua de la
Ley General de Aguas. Agua para todos, Agua para la vida.
Recuperado de http://aguaparatodos.org.mx/la-iniciativa-ciudadana-de-ley-general-de-aguas/
Mapa
1. Municipios beneficiados por el Distrito de Riego 013
Fuente:
elaboración propia con base en Conagua,
LocRepda.
Cuadro
1. Resolución sobre dotación de tierras y agua (1935-1993)
Municipios |
Tipo de tierras |
Propietarios afectados |
Años de solicitud |
Instituciones |
||||
Villa
Obregón |
576
de temporal 1 214
de agostadero Total:
1 790 |
Canuto
González José
María Franco |
1937-1937 |
Departamento
de Irrigación. Comisión Agraria Mixta Ninguna |
||||
Jalostotitlán |
320
de temporal 213
de agostadero Total:
533 |
María
Trinidad González Tostado José
Guadalupe González de Anda |
1936-1938 |
Departamento
de Irrigación. Comisión Agraria Mixta |
||||
Valle
de Guadalupe |
s/r |
1937-1937
y 1947 |
Departamento
de Irrigación. Comisión Agraria Mixta |
|||||
San
Miguel el Alto |
Ninguna |
1937-1980-1993 |
Departamento
de Irrigación. Comisión Agraria Mixta. sra. Conagua |
Fuente:
elaboración propia con datos de expedientes consultados en el Archivo Histórico
de Jalisco.
Cuadro
2. Proyectos de presas y acueductos en los Altos de Jalisco (1989-2012)
Proyecto |
Ubicación |
Año de implementación |
Objetivo |
Desenlace |
||||
La
Zurda Calderón |
Cañadas
de Obregón, Valle de Guadalupe y Valle de Calderón, |
1989-1994 |
Agua
para Guadalajara |
Construcción
de presas El Salto y Calderón |
||||
Acueducto
de unión entre las presas El Salto y Calderón |
Valle
de Guadalupe y Valle de Calderón |
1997-2000 |
Agua
para Guadalajara |
Suspensión
del proyecto por oposición legislativa |
||||
Presa
Arcediano |
Pueblo
de Arcediano |
2003-2005 |
Agua
para Guadalajara |
Suspensión
del proyecto por las autoridades |
||||
Presa
San Nicolás |
Jalostotitlán |
2003-2005 |
Agua
para Guanajuato y algunos mpios. de los Altos de
Jalisco |
Suspensión
del proyecto por oposición de los habitantes y grupos de apoyo |
||||
Presa
El Zapotillo |
Cañadas
de Obregón |
2005… |
Agua
para Guadalajara, Guanajuato y algunos mpios. de
los Altos |
Proyecto
en marcha, a pesar del rechazo de los habitantes y grupos de apoyo |
Fuente:
elaboración propia con base en Escobar (2012) y con datos de entrevistas
realizadas en campo en 2012.
Mapa
2. Proyecto El Zapotillo en el contexto mexicano 2005-2017
Fuente:
elaboración propia con datos del inegi, pni 2014-2018.
Cuadro
3. Actores involucrados en el Proyecto El Zapotillo (2005-2012)
El Zapotillo Actores |
Cargo |
|
Felipe
Calderón Hinojosa |
Presidente
de México 2006- 2012 (pan) |
|
José
Luis Luege Tamargo |
Director
de la Conagua
(2006-2012) |
|
Emilio
González Márquez |
Gobernador
del Estado de Jalisco 2007-2013 (pan) |
|
César
Coll Carabias |
Comisión
Estatal del Agua de Jalisco 2007-2013 (ceas) |
|
Raúl
Antonio Iglesias Benítez |
Gerencia
regional de la Comisión Nacional del Agua (2002-2012). Convertida en 2007 en
el Organismo de Cuenca Lerma Santiago Pacífico. |
|
Sociedad
civil, académicos y funcionarios expertos en temas hidráulicos que advierten
la inviabilidad del proyecto |
Conservar
sus tierras para sus actividades económicas y no ser desplazados |
|
Obras
construidas |
Construcciones
parciales de la cortina de la presa y el centro de reubicación |
|
Jorge
Hank Rohn y socios españoles |
Empresas:
Peninsular, Grupo Hermes, fcc y Abengoa-Construcción de la presa, acueducto y licitación
para gestionar el agua |
Fuente:
elaboración propia con datos de entrevistas realizadas en campo en 2012.